La mujer combinaba el trabajo en el campo con su ocupación en las múltiples
faenas domésticas, centradas sobre todo en el ciudado diario de los miembros
de la familia.
![]() |
Algunas de las tareas que realizaban: Preparar las comidas (desayunos, almuerzos, cenas...
conservas...) |
![]() |
![]() |
La mujer se ocupaba de los niños
y de los animales del corral (entre otros trabajos) Antonio Beltrán: "Las continuas actividades femeninas,
dueñas y señoras las mujeres de la casa, respondían
a la sentencia "a lo que no se gana nada es a estar parado",
con lo que desde que despuntaba el día se ordenaba y limpiaba,
se preparaban las comidas, liquidaba enormes y espaciadas coladas, blanquear
una vez al año, barrer incluso la calle ante la casa, masar cuando
tocaba, habitualmente una vez a la semana, cortar, coser y remendar y
cuidar la ropa, tejer y bordar, hilar, cocinar y cortar sopas, limpiar
y asear a los niños incluyendo el despiojado, gobernarlos con una
continua presión como medio educativo, enseñarles la doctrinas,
recitar, contar, almacenar cuentos, devociones diarias, chismorrear y
casi nunca vagar. El pasear se reducía a "ir por ahí"
-como decían en Bujaraloz y otros pueblos- y las visitas de cumplido
cuando las circunstancias lo requerían. Criar muchos hijos, llevar
la comida al campo o servirla en la cocina o el comedor y gobernar la
casa, aunque las monegrinas tenían especial predisposición
a llevar la voz cantante en las visitas al médico, al abogado,
al juez o al cura y cuanto precisase la cortedad de los varones que atendían
a las labores agrícolas, cuidado de los animales, arado y azada.
Añádanse a las tareas femeninas el hacer puntilla o entredós
con el mundillo, o con el ganchillo, construir cestas con cañas,
mimbres o pajas, cantar y cuando era tiempo "cortejar"."
|
|
![]() |