Todas 
  las casas disponían de un hogar, en el que se preparaba la comida, se 
  mantenía agua caliente y servía para calentarse en
  invierno, donde prácticamente se hacía la vida.
  
En la recocina se guardaba la vajilla y algunos utensilios, se fregaban los platos, con el agua que se traía de las fuentes o balsas de que se dispusieran.
Las 
  alcobas, eran habitaciones a las que se accedía desde la sala. 
  No tenían ventanas, para guardar más el calor en invierno y el 
  fresco en verano.
Las viviendas no disponían de baños. Para estas necesidades se iba directamente al corral. También se disponía de orinales en las habitaciones. Y el aseo se realizaba en los lavabos por la mañana o con barreños grandes de agua.
Las viviendas solían constar de tres o cuatro plantas:
En la planta baja se halla el patio y en torno suyo puede haber cuadras, corrales y graneros.
Ocasinalmente 
  puede hallarse la cocina, aunque lo usual es que esté dispuesta en el 
  primer piso, lo mismo que las salas y sus alcobas y a veces, masadería. 
En el segundo piso pueden haber más alcobas o ya, la falsa, que en caso de haber un tercer piso ocupaba éste.
Ocasionalmente en una "torreta" situada sobre el tejado y que en algunos casos aún se conserva, podía haber palomares.

Patio con aljibe para guardar el agua que se traía de los pozos o balsas próximos.